Nota del Editor

Autores/as

  • Santiago Pérez Samaniego Director de la Revista de Cultura de Paz

Resumen

Los procesos migratorios han sido históricamente un fenómeno social complejo, sus causas más visibles están relacionadas con la pobreza, los conflictos internos o la guerra. Estos desplazamientos humanos se consideran como un hecho social que corresponde a un derecho natural de las personas, vinculado al principio de libertad y a la libertad de circulación.

El COVID-19 ha dejado secuelas irreparables en Iberoamérica y el mundo tanto en lo económico, sanitario, educativo y en lo social, profundizando las desigualdades e inequidad y manifestándose desproporcionadamente en sectores vulnerables como son los migrantes. Antes de la pandemia su panorama ya era desalentador, en 2015 por ejemplo, el éxodo venezolano llegó a más de 5 millones de personas que emigraron hacia diferentes países de Europa, América del Norte y especialmente de América Latina y el Caribe buscando mejores días para sus familias, refugio y protección internacional.

La pandemia ha expuesto a este grupo poblacional a situaciones de vulnerabilidad acentuándose en la pobreza, exclusión, discriminación o xenofobia. Los flujos migratorios interregionales se han convertido en un desafío de gestión para los gobiernos, la sociedad civil, academia y las organizaciones golpeados también por las secuelas de la pandemia mundial.

Las dificultades y limitaciones de los migrantes en la pandemia son innumerables. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) están relacionadas con los cierres de las fronteras, aumentando la migración clandestina y el riesgo de tráfico de personas. El confinamiento no ha sido una opción debido a la imperante necesidad de salir a trabajar el día a día. Las medidas de prevención han sido difíciles de implementar por su escaso acceso a servicios básicos como el agua potable, recordando que según la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) solamente en Ecuador el 16% de los migrantes se encuentran en situación de calle. Otro factor importante para analizar es el temor de los migrantes en situación irregular para su acceso a servicios públicos como educación o salud.

No dejar a nadie atrás y transformar nuestro mundo, constituyen el lema de la Agenda 2030. Esta plantea como una nueva herramienta que refleja de forma equilibrada las dimensiones sociales, económicas y ambientales del desarrollo sostenible. En este sentido, es necesaria la implementación de políticas públicas incluyentes y sociedades más integradoras, humanas y resilientes con énfasis en las poblaciones más vulnerables y olvidadas como los migrantes como un poderoso motor para garantizar el desarrollo de nuestros pueblos.

La Revista de Cultura de Paz es una publicación científica de carácter anual, editada por la Cátedra UNESCO de Educación y Cultura de paz de la Universidad Técnica Particular de Loja-Ecuador. Su función principal es promover las investigaciones a nivel internacional, regional, nacional y local relacionadas a la Cultura de paz, conflictos, educación y los Derechos Humanos.

El cuarto volumen de la Revista de Cultura de Paz presenta un apartado de artículos de temáticas de Investigación para la paz y tres reseñas de libro que se relacionan directamente con el monográfico seleccionado para esta edición como es la «Migración, frontera y desarrollo sostenible».

Tengo que resaltar la participación de profesores de la Universidad Técnica Particular de Loja y de todos los investigadores de reconocidas instituciones de Educación Superior del mundo que han aportado con su conocimiento y manuscritos inéditos a mantener la calidad y nivel académico de la Revista.

Mi agradecimiento personal al Consejo Editor y a los colaboradores por su trabajo, constancia, prolijidad y compromiso. Destaco un agradecimiento especial a Francisco Jiménez Bautista por su asesoramiento y gran aporte académico, a Enrique Luzuriaga Muñoz por su apoyo en todas las actividades que conlleva la puesta en marcha de este espacio de investigación para la paz, sin su comprometida colaboración, profesionalismo y responsabilidad sería imposible continuar con este gran proyecto institucional. Resaltamos la valiosa labor de Francisco Vega Álvarez, cuyo conocimiento técnico permite que el portal funcione a la perfección. Finalmente agradezco a Gabriela Moreira Aguirre, Roberto Beltrán Zambrano, María Beatriz Eguiguren Riofrío, Andrea Barrientos Soto e Isidro Marín-Gutiérrez por su trabajo y colaboración en el desarrollo de todas las actividades de la revista y la Cátedra UNESCO de Cultura y Educación para la paz.

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Publicado

2020-12-22

Cómo citar

Pérez Samaniego, S. (2020). Nota del Editor. Revista De Cultura De Paz, 4, 7–8. Recuperado a partir de https://www.revistadeculturadepaz.com/index.php/culturapaz/article/view/108

Número

Sección

Nota del editor